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       Hoy le digo, a quien me esté leyendo, que mi promoción es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

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       Mi promoción es divertida, audaz, interesante y entre otros muchos adjetivos positivos, pero, sobre todo eso, mi promoción es valiente y luchadora. A través de estos años hemos pasado miles de cosas, vivimos guarimbas, marchas, apagones y mucho más, y en el último año nada más y nada menos que una pandemia.

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     El año que se suponía seria puro festejo y los últimos recuerdos juntas, nos cayó la realidad como un balde de agua fría, ese viernes 13 de marzo sonó el timbre se salida y nosotras no sabíamos, hasta ahora, que ese sería nuestro último timbre en el colegio.

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       No me malinterpreten, lo que escribo hoy, no es para resaltar lo que estamos viviendo como, la últimamente tan nombrada, clase del 2020. Lo que escribo es para honrar cada momento vivido, cada risa, cada lágrima y sobre todo cada locura, así que empecemos a recordar…

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         Llegamos a bachillerato como 2 secciones, con unos 3 o 4 grupos y la verdad, yo llegue ese año, y mi primera impresión fue que la promoción estaba un poco dividida, las niñas de la sección “A” no se hablaban casi con la “B” y viceversa.

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        En segundo año el grupo empezó a hacerse más pequeño, nos juntaron en un salón y el primer día era la sección de primer año “A” sentadas de un lado y la “B” del otro, cuando llegué me senté en una fila que estaba completamente vacía que parecía un río separando los grupos. En tercer año se empezó a achicar aún más y nos volvimos un poco locas con los trabajos, pero en 4to año fue la cumbre de la promoción.

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        En 4to, además de terminar siendo 19, pasaron varias cosas: nos ayudamos con el Centro de Estudiantes, podíamos hablar de cualquier cosa en el salón, los fines de semana no faltaba el horóscopo con Claudia, todas hablamos con todas, hicimos una fiesta, empezaron los ensayos de gaitas y entre tanto y tanto, se nos fue el año volando.

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        Luego, llegamos a 5to año, pasamos de estar ensayando nuestro repertorio a los escenarios de gaitas en un abrir y cerrar de ojos. Al llegar al colegio luego de un fin de semana agotador, encontrabas que todas teníamos sueño pero aun así estábamos felices por la experiencia; y cuando digo todas, no solo hablo de las que estaban en el salón de 5to año, también aquellas de otros años que forman parte de la promoción.

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       Gaitas y luego nuestra locura de carnaval, las borras rayadas con nombres, chismes, juegos entre clase y clase, canciones, series y carteles.

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         La promo 40, aun en las clases virtuales, se ría y divertía. Más que una promoción, nos convertimos en una familia.

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     Creo que hablo de parte de todas cuando digo que estamos agradecidas con nuestro colegio por la educación brindada, a nuestras profesoras por ser tan especiales con nosotras y a nuestras familias por el apoyo.

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      Gracias promo 40, porque somos una macro familia que nunca olvidará los recreítos.

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       Gracias promo 40, por cada frase, cada voice, cada risa y cada locura.

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            Volveremos, y aún más fuertes que nunca.

   

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Carlota Salvatti